¡Que todo sea siempre trascendente!
¡Que cada cosa tenga un sentido!
¡Que la vida no sea un instante
y envejecer sin haber crecido!
¿Acaso no sería delirante
vivir luchando contra el olvido;
intentar detener lo incesante,
aceptar, al final, que te has ido?
Veranos se congelan, en la cama.
Otoños en mi mirada, empañada.
Inviernos se derriten, en el alma...
¡Otra vez la soledad en mi morada!
Encuentra todo como ya estaba y...
Se instala; cómoda; acostumbrada.