#EscritoresEspañoles #Fábula #SigloXVIII II Libro VII
Una fresca mañana, En el florido campo Un Poeta buscaba Las delicias de mayo. Al peso de las flores
Débil y flaca cierta comadreja, no pudiendo ya más de puro vieja, ni cazaba, ni hacía provisiones de abundantes ratones, como en tiempos pasados,
Asustadas las liebres de un estrue… echaron a correr todas, diciendo: «A quien la vida cuesta tanto sust… la muerte causará menos disgusto.» Llegan a una laguna, de esta suert…
Una tortuga a una águila rogaba la enseñase a volar; así la hablab… «Con sólo que me des cuatro leccio… ligera volaré por las regiones; ya remontando el vuelo
Un joven educado con el mayor cuidado por un viejo filósofo profundo, salió por fin a visitar el mundo. Concurrió cierto día,
La del alba sería la hora en que un filósofo salía a meditar al campo solitario, en lo hermoso y lo vario, que a la luz de la aurora nos ense…
Poco antes de morir el corderillo lame alegre la mano y el cuchillo que han de ser de su muerte el ins… y es feliz hasta el último momento… Así, cuando es el mal inevitable,
En la rama de un árbol, bien ufano y contento, con un queso en el pico, estaba el señor Cuervo. Del olor atraído
«No sé cómo hay jumento que, teniendo un adarme de talento… quiera meterse a burro de hortelan… Llevo a la plaza desde muy tempran… cada día cien cargas de verdura,
Una zorra cazaba; y al seguir a un gazapo, entre aquí se escabulle, allí lo a… en un pozo cayó que al paso estaba… Cuando más la afligía su tristeza,
Un labrador miraba con duelo su sembrado, porque gansos y grullas de su trigo solían hacer pasto. Armó sin más tardanza
Al que ostenta valimiento cuando su poder es tal, que ni influye en bien ni en mal, le quiero contar un cuento. En una larga jornada
«Lo que jamás se ha visto ni se ha… verán ustedes; atención les pido.» Así decía un charlatán famoso, cercado de un concurso numeroso. En efecto, quedando todo el mundo
Salió cierta mañana Zapaquilda al tejado con un collar de grana, de pelo y cascabeles adornado. Al ver tal maravilla,
Un perro y un borrico caminaban, sirviendo a un mismo dueño; rendido éste del sueño, se tendió sobre el prado que pasab… El borrico entretanto aprovechado