Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán