Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
La procesión va por dentro, no por teatro.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas