Se me quedan las postales
en la herida del adiós,
me despido de aquel sueño,
de mirarte, de escucharte,
de amar-te.
Hoy retiro las caricias,
los besos,
los abrazos,
las fotografías.
La guitarra sin las cuerdas ya no avanza,
me he quedado sin voz
y con el nudo en la garganta.
Hoy retiro mi sonrisa,
y mis ahorros del vuelo a tus manías.
Que hoy se esfuma la esperanza
de timbrar la caja próxima a partida