En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal