El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Y el tiempo sigue pasando y sigue pesando y sigue pisando fuerte. Mientras tanto, mi sudadera sigue ondeando a media asta, mi sombra me sigue mordiendo en el alma y me sigue diciendo qu...
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.