En la esquina gris del patio frío, se esconde un niño de alma herida, con su sombra juega al desvarío, con su pena canta sin medida. Nadie escucha el eco de su risa,
Llamó “chaparrón” al gran vendaval, y “leve tropiezo” a un golpe mortal. Le dijo “retraso”
En los pliegues del viento, duerme la tinta dormida, susurros de un tiempo ido que el alma nunca olvida. Las letras, aves sin nido,
¿Dónde el destello de un alma que va? ¿Por qué en el cuello la sombra estará? Si en su mirada
En el agua dormida de la calle, donde la lluvia dejó su rastro, una sombra se asoma sin prisa, un eco de luz, un destello abstrac… Soy yo y no soy,
Nieve que calla, luces de un portal, la vida estalla en un frío umbral. Voces ausentes,
Lo guardamos en el pecho como un huésped que no avisa, y aprendemos a mirarlo sin que rompa la sonrisa. Lo nombramos en susurros,
En la antigua Roma, un ritual se… Lupercalia, fiesta de fertilidad y… sacrificios y danzas, la pasión de… celebrando la vida, el instinto má… Con el tiempo, la fe cristiana eme…
Camina la brisa con los pies descalzos de la tarde… silenciosa, como un eco dormido en la nostalgi… Las hojas tiemblan
De la mesa soy goloso, no lo puedo ya ocultar, que en la vianda hallo el gozo que otros buscan sin cesar. Un buen queso bien curado,
La casa está callada y sin tu risa… la Navidad no sabe cómo entrar. Te busco entre los sueños al rezar… y solo el viento frío me acaricia. Tu voz cantaba dulce en la ceniza,
En un tazón se encuentra el univer… dulzura y magia en perfecto compás… la nata fresca inicia el gran vers… cremoso manto de aroma y solaz. El coco rallado, copos de nieve,
En tu bitácora, verbo y sortilegio… se quiebra el tiempo y nace lo inf… el mundo gira en un extraño rito, y el caos se ordena bajo tu consej… Cortázar, guardián de aquel azulej…
Poema: “Decálogo de Navidad” Género: Poesía clásica Tono: Melancólico, Reflexivo Amarás en diciembre al que nunca t… con un gesto sencillo que no busca…
La vida es una torre, levantada con sueños y huesos, con manos que apilan certezas y dudas que tambalean el alma. Ladrillo a ladrillo,