Bajo el sol de media tarde, en la plaza de Sevilla, la torera Valentina se enfrentó con sangre altiva. En sus manos, el capote,
Ponsetias rojas, joyas del inviern… encienden luces en campos serenos. Sus pétalos, al sol que es dulce y… despiertan calmas en vientos ajeno… Guirnaldas vivas, su gracia despli…
En el café perdido del recuerdo, hallé tu sombra dibujando el vient… Mi pecho, brújula de un sentimient… se ancló en las calles de un amor… Tus risas, hojas caen en este acue…
Hoy canta el día, Lucía, tu nombr… la brisa lleva en versos un eco de… la vida, en su susurro, tus años a… y el sol viste de oro la luz que e… Acosta eres en fuerza, en raíces q…
En las sombras del anhelo, brilla el fuego de un suspiro, como un eco azul y bello. Se desliza en lento giro, cual un río sin sendero,
Alumbra el sol su radiante esplend… Mientras sus ojos reflejan dulzura… Alegre camina dejando su amor, Llenando los días de luz y ternura… Inspira su risa un cálido afán,
¿Dónde el destello de un alma que va? ¿Por qué en el cuello la sombra estará? Si en su mirada
Madre Santa, pura y buena, madre de Dios verdadero, estrella de luz serena, guía del mundo entero. De tu vientre floreció
Égloga: El Alba en Silencio Género: Poesía bucólica Instrumentación sugerida: Laúd, f… Muchacha Ya el alba despierta, cual suave r…
Madre, en tus manos de luna duerme la brisa temprana, y en tus ojos de rocío se queda el alba callada. Cuando tu voz me acaricia,
La estrella apagada (A) no quiso brillar, (B) la senda olvidada (A) no saben hallar. (B) Camellos no pisan, (A)
Amémonos sin prisa, sin medida, como el viento que besa la pradera… como el río que abraza su ribera, sin temor a la sombra ni a la heri… Amémonos con fuego y sin cadenas,
Brisa de miel, roza mi piel, luces de abril, llamas sutil. Besos de sol,
Lo extraño no es caer, es quedarse suspendido, como ramas en invierno aferradas al vacío. Lo extraño no es callar,
El cielo te sonríe con mágico fulg… y el tiempo se arrodilla rendido e… Amalia, en tus ojos destella un vi… un faro que ilumina tu nobleya y t… Treinta y dos primaveras se visten…