Se alza el cielo en su quebranto, gris espejo de mi ser, y en su bruma dejo un canto que no puedes hoy leer. Tu mirada, sol dormido,

Rueda la nube, riega el maíz, canta la tierra, baila el maíz. Corre la fuente,

Sean tardos para airarse, que la ira nunca llega sola; trae consigo palabras filosas, heridas que ni el tiempo borra. Sean tardos para airarse,

Rozarte es danzar sobre el filo de una ola en un mar indómito

Se va la brisa de tu aliento, se va tu risa de mi piel, y queda el eco más cruel donde era sol, hoy es lamento. La casa es sólo un frío hueco,

Bajo el sol de media tarde, en la plaza de Sevilla, la torera Valentina se enfrentó con sangre altiva. En sus manos, el capote,

El abuelo va despacio con su bastón de nogal; me sonríe y me saluda, tiene un gesto paternal. La abuela teje en su silla

¡ I. El despertador traidor La alarma resuena, el mundo termin… me arrastro con torpe desesperació… y justo en el punto de resignación…

Es fuego entre la sombra, misterio… un eco que resuena por cielos anda… es grito en la garganta, dolor que… un duende entre las flores y en lo… Es luna que desvela lo arcano de l…

Tierno Rey, luz nacida, manso grey, dulce vida. Dios eterno