Escríbeme una nota que me hable
del azar, de tu cara, y de las venas
una nota de duelo, de regreso
desde las catedrales de las penas.
Que diga confusión y firmamento
indemne, encadenada y presunción.
Un manuscrito que he esperado siempre
una escaleta de arrepentimiento
un dolor que me toque y que me asalte.
Un llanto relativo que me empañe
los ojos tristes y los espejuelos.
Una reseña del amor periddo
la crónica letal de esos que fuimos
las palabras finales con el mapa
(la cruz de tinta que señala el sitio)
donde abriste la tumba en la que vivo.