Gabriela Mistral
Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas.
 
Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo;
deja revolverlo
sobre tu regazo.
 
Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío:
y en tus brazos locos
tenme suspendido.
 
Madrecita mía,
todito mi mundo,
déjame decirte
los cariños sumos.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Gabriela Mistral...



Arriba