Las cuatro y media, sin lograr soñar,
pasa lento, asesino el tiempo,
robando vida, cuál hoja al viento.
La soledad, hastío que consume
la poca alegría que regalan los lunes
y te pienso.
“Pudiera tenerte en mi mano todavía”
si no hubiésemos dejado una cicatriz abierta
seca, que me roba trocitos de vida.
Busco una manera, arrancarte de un tirón
un sendero indoloro, a tientas sin amarte:
iluso: como si pudiera de mi alma arrancarte.