Mercedes de Velilla

Postales

En donde luce el sol de Andalucía
no asustan del invierno los rigores:
el cielo es siempre azul, templado el día,
y siempre canta el ave y nacen flores.
¡Tierra es de bendición la tierra mía!
 
¡Qué triste es el invierno de la vida!
Como los campos en su muda calma,
como el árbol sin hojas, aterida,
en los recuerdos se refugia el alma;
que ellos dan su calor a quien no olvida.
 
En las serenas aguas, la barquilla
se mece con placer; no siempre al puerto
arribará la débil navecilla...
No siempre arriba el corazón desierto
de un dulce amor a la soñada orilla.
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