Si buscáis de mi mente las creaciones
ya no hallaréis sus rimas ni sus galas;
¡ya duermen en el arpa mis canciones,
del genio del dolor bajo las alas!
Más si buscáis un alma dolorida
que, amiga de los tristes, generosa,
pueda ofrecer su lágrima piadosa
a la pena que enluta vuestra vida,
Venid; que si mis cantos se extinguieron
del arpa muda entre las cuerdas rotas,
en lágrimas después se convirtieron:
lágrimas os daré... con esas notas
siempre las almas tristes se entendieron.