Ojalá por una vez
deje de sentir que es difícil
quererme.
Sé que me compongo
de silencios largos,
de ausencias,
de miedos,
de tristeza,
de mucha tristeza,
de ansiedad,
de oscuridad,
luz
y
sombra,
continuamente
tránsito por los tres estados.
La gente aún no comprende
lo que es tener un corazón roto
entre sus manos y en el afán
de repararlo,
lo rompen aún más.
Sé que mi soledad
es proporcional al dolor que
aún vive conmigo,
pero no me culpó
por ser una persona fría,
esquiva y hermética.