Día número 1, intentando construir la fe en las personas.
Ayer cuando iba, en moto por la Carrera 30, para donde mis hermanas a celebrar Halloween, pude ver como un chico, en medio de la lluvia, se bajó de la bici para ayudar a un pajarito que estaba asustado porque se había caído de un árbol.
Me quedé pensando que se necesita mucha contemplación y humanidad para fijarse en qué un ser vivo tan diminuto, como un copetón, estaba en el piso despistado; me conmovió tanto la acción que se me aguaron los ojos, porque claro todo el mundo va de afán, el caos se entrelaza con todos, y escasamente nos preocupamos, genuinamente, por los otros seres humanos que nos rodean como para pensar que en medio de tanto desorden alguien se fijé en otros seres vivos.