Su venida a los hombres es tan bella
que hasta apariencia de milagro toma:
a la tierra lo trae alba paloma,
lo anuncia en el azul, azul estrella.
Luce su frente un nimbo que destella
como el lucero que en el Este asoma
y enflora el lirio de más dulce aroma
en el sendero que su planta huella.
Era sublime, sobrehumano era,
y en el Gólgota en Dios se transfigura
como cuando él murió vertiendo olores.
Ya empezaba a nacer la primavera,
la tarde que le dieron sepultura
la tierra toda se vistió de flore