III
En una antigua urna cantó un grillo.
Decía: “en la cabeza de tu hermano
levanto un canto rápido y lozano
y me sirve de atril cráneo amarillo.
Por furtiva rendija entré en la fría
caja; y entre los pálidos despojos,
(¡maravilla de oídos y de ojos!):
venciendo al Tiempo su ilusión vivía.
¡Alegría fugaz de haber vivido,
alegría fugaz, la he recogido
como la abeja de la flor el polen,
para que mis sonidos la enarbolen;
y de ensueños del muerto se hace el canto
que como musical pendón levanto!”.