La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.