De niño vi la luna deslizarse, un lienzo puro entre ramas dormida… Mi alma quiso su brillo adueñarse, mas lo efímero dicta sus medidas. Testigo muda de juegos y sueños,
Aún me habita el temblor de tu car… ese roce fugaz, casi dormido, que en mi costado abierto y encend… dibujó con silencio su delicia. Te recuerdo sin prisa, sin premura…
Un cántaro rojo llora sangre de luna y geranio, en la plaza desvelada se quiebra un eco gitano El viento mata la piedra,
La casa está callada y sin tu risa… la Navidad no sabe cómo entrar. Te busco entre los sueños al rezar… y solo el viento frío me acaricia. Tu voz cantaba dulce en la ceniza,
En cada brisa viene tu fragancia, el eco tibio de tu voz callada, memoria dulce, herida no olvidada, que en mis pupilas vuelve en nosta… Las horas mueren, dolor que resum…
Domingo huele a jazmín, a pan horneado en la mesa, a flor abierta y sorpresa de incienso suave y jardín. Viste amarillo marfil,
Camina la brisa con los pies descalzos de la tarde… silenciosa, como un eco dormido en la nostalgi… Las hojas tiemblan
En la esquina gris del patio frío, se esconde un niño de alma herida, con su sombra juega al desvarío, con su pena canta sin medida. Nadie escucha el eco de su risa,
No apartes la vista, revuelve con calma, deja que el sueño se funda en la salsa. Pon la mesa,
Plata en tu cabello, brillo de lucero, dulce y con destello, puro y verdadero. Hilos de la aurora,
Vida que brotas, agua y raíces, cantas al viento verdes matices. Eterna danza,
Apenas despuntaba el temblor de la… y el campo callaba susurros de som… Lucía, la hierba teje un lecho cal… y en el aire palpita un beso extra… La alondra, en su canto, murmura a…
Madre, en tus manos de luna duerme la brisa temprana, y en tus ojos de rocío se queda el alba callada. Cuando tu voz me acaricia,
Busca un rincón humilde en tu mora… donde la luz del alma sea refugio, y en él coloca con manos calladas el corazón que abraza al Niño just… Toma un cielo de estrellas bien bo…
Plantaré un bello jardín, que al mar hará parecer, donde el pájaro cante al alba y las estrellas al anochecer. En él alzaré un palacio,