Nací yo para adorarte, Naciste tú para mí. Destino en versos de mármol, dictados en oro y rubí. Los astros fueron testigos,
De niño vi la luna deslizarse, un lienzo puro entre ramas dormida… Mi alma quiso su brillo adueñarse, mas lo efímero dicta sus medidas. Testigo muda de juegos y sueños,
En el borde del día se descuelga la luz, como si alguien hubiera olvidado cerrar del todo la ventana. La brisa apenas existe.
Hoy desperté con el peso del tiemp… sin velas al viento ni prisa en lo… No es que la vida me cuente los añ… es que en la noche soñé con mi aye… En aguas profundas vi mi reflejo,
La vida es una torre, levantada con sueños y huesos, con manos que apilan certezas y dudas que tambalean el alma. Ladrillo a ladrillo,
Mamita, Vamos al puerto, quiero pescar con mi cubito estrellas del mar.
Madre Santa, pura y buena, madre de Dios verdadero, estrella de luz serena, guía del mundo entero. De tu vientre floreció
De la mesa soy goloso, no lo puedo ya ocultar, que en la vianda hallo el gozo que otros buscan sin cesar. Un buen queso bien curado,
Se arrodilló el Maestro, sin corona ni trono. Tomó la toalla y el agua como quien toma el cielo para ponerlo en los pies.
Es un dios de humo, un altar sin fe, un incienso roto, un falso porqué. Es credo en la brisa,
En la quietud que anuncia Nochebu… mi madre, un ángel, calma mi torme… su risa dulce al alma me sustenta, y en su mirar no cabe sombra ajena… Es luz que guía, llama que encaden…
Sábado en asador, brasa que se estira. El humo delira con rojo sabor. Papita en honor,
Fulgor de luna temblor dorado, luz inextinguible que en la sombra oportuna queda anclado.
¿Le duele la existencia? Compre dos parches para el alma. Aplique en seco. (No garantizamos resultados). Si no funciona:
Me lo dijeron al alba, cuando la luna, en su empeño, se aferraba a la ventana como un pañuelo de sueño. Me lo dijeron al alba,