Mapa de un nacimiento
Busca un rincón humilde en tu morada,
donde la luz del alma sea refugio,
y en él coloca con manos calladas
el corazón que abraza al Niño justo.
Toma un cielo de estrellas bien bordado,
con hilos de esperanza y fe serena,
y un campo de papel, verde soñado,
que evoque la bondad de tu pequeña escena.
Traza un río de plata cristalina,
de tu alegría deja fluir la fuente,
y a su orilla coloca, peregrina,
la oveja de tu amor más complaciente.
Pon montañas de musgo en lo profundo,
y en el centro un portal pobre y sencillo,
que el Rey que viene a redimir al mundo
prefiere, antes que un trono, el pesebre y su brillo.
Añade figuras que hablen con sus gestos,
pastores, ángeles, el asno y la vaca,
y observa cómo en ellos vive el texto
del Evangelio que su fe destaca.
Por último, coloca con ternura
al Niño, centro eterno del Nacimiento,
y siente en ti la llama de su dulzura,
que ilumina y transforma todo el
Preferido o celebrado por...
