El viento no avanza, solo baila sin dueño,
la prisa del hombre no doblega el diseño.
El agua no guarda rencor al que la hiere,
pero borra su rastro donde nadie lo quiere.
La verdad es un filo que corta sin manos,
quien la teme se esconde, quien la abraza es humano.
La noche no es sombra, es el manto del día,
en sus pliegues se esconde la más pura poesía.
El amor no se busca, es un huésped furtivo,
llega solo al que espera con el alma en activo.
Cada paso en el polvo escribe su destino,
pero el polvo se alza y borra el camino.
Las estrellas no caen, simplemente se apagan,
y en su muerte florecen las preguntas que halagan.
El silencio no calla, solo escucha al latido,
y en su voz infinita, se revela el sentido.