Soleá por Año Nuevo Año nuevo viene, con pasos de esperanza, que nada lo frene. Trae mil estrellas,
Nací yo para adorarte, Naciste tú para mí. Destino en versos de mármol, dictados en oro y rubí. Los astros fueron testigos,
Días verdes de bosque, y días azules de mar, el viento canta en los árboles, las olas juegan sin cesar. Las hojas susurran secretos,
Madre Santa, pura y buena, madre de Dios verdadero, estrella de luz serena, guía del mundo entero. De tu vientre floreció
Ponsetias rojas, joyas del inviern… encienden luces en campos serenos. Sus pétalos, al sol que es dulce y… despiertan calmas en vientos ajeno… Guirnaldas vivas, su gracia despli…
El sapo con bufanda En un charco muy lejano donde el agua es de algodón, vive un sapo muy extraño con bufanda y pantalón.
Cocineros de la luna Juan y Lulú, dos pequeños cociner… decidieron cocinar un postre since… —¡Hagamos un flan con trocitos de… —¡Y un pastel que parezca la luna…
Días verdes de bosque y sombra, días azules donde el mar asombra. Cantan las hojas con brisa callada… rompe la ola su voz despejada. Brilla en el monte la luz matutina…
Todo niño es un artista, un titán de luz y asombro, pinta el cielo con su sombra, canta el mundo a su medida. En su mano el sol palpita,
En la penumbra canta el viento air… tejiendo en plata el velo de la lu… el cielo diáfano, con luz ninguna, guarda el latir de un pecho desola… Amor errante, fuego desbordado,
El viento cambia todo en su camino… deshace las verdades que abrazamos… los gestos y promesas que forjamos se quiebran en su soplo repentino. El valor, que aparenta ser divino,
Usted es un trozo de pan, calientito, recién hecho, con el alma generosa y el amor en cada gesto. Tiene un corazón tan grande
Cada noche, cuando enciendes la lá… y su luz resbala por tu espalda, comienza un poema en mi boca. Es el agua que aún brilla en tu cl… la sombra curva en tu cintura,
Noche clara, luz bendita, Dios se ampara en la cita. Cielo entero
En la esquina gris del patio frío, se esconde un niño de alma herida, con su sombra juega al desvarío, con su pena canta sin medida. Nadie escucha el eco de su risa,