Hebras de plata en tu cabellera Hebras de plata en tu cabellera, tiempo bordando su sutil empeño, huellas de historia, susurros de u… dulce alborada que el alma venera.
Desde lejos tu luz fue mi sendero, en tu risa encontré la melodía, te miraba danzar en lejanía, sin saber que tu aroma era sincero… Cada paso me hizo prisionero,
Bajo un cielo sin luz, sus pasos s… el viento helado canta sobre el po… y las sombras del hambre nunca se… La calle los cobija con su manto m… y sus ojos, vacíos, buscan algún d…
Suena el verso, canta el alma, es un universo que nos calma. Fina estrella,
Clara estrella, guía el alma, luz que sella la gran calma. Firme es tuyo
Mujer, latido de aurora temprana, surco de viento en la piel del día… vas enhebrando con manos de sabia los hilos sutiles de la alegría. Y aunque la bruma intente callarte…
La maestra dijo hoy, pronto el frío se irá, flores nacerán al sol, ¡la primavera vendrá! Miro por la ventana,
No apartes la vista, revuelve con calma, deja que el sueño se funda en la salsa. Pon la mesa,
Amémonos sin prisa, sin medida, como el viento que besa la pradera… como el río que abraza su ribera, sin temor a la sombra ni a la heri… Amémonos con fuego y sin cadenas,
En un tazón se encuentra el univer… dulzura y magia en perfecto compás… la nata fresca inicia el gran vers… cremoso manto de aroma y solaz. El coco rallado, copos de nieve,
Plantaré un bello jardín, que al mar hará parecer, donde el pájaro cante al alba y las estrellas al anochecer. En él alzaré un palacio,
Se guarda en cosas pequeñas, donde nadie lo sospecha: en la taza compartida, en la luz sobre la mesa. Se queda en la ropa vieja
Las voces del viento me traen rumores de antiguas historias, de viejos amores. Son cantos lejanos
La estrella apagada (A) no quiso brillar, (B) la senda olvidada (A) no saben hallar. (B) Camellos no pisan, (A)
Busco la luz anhelo ardiente, fulgor luciente, de Cristo Jesus. Oh Verbo fiel,