Bajo un cielo sin luz, sus pasos s… el viento helado canta sobre el po… y las sombras del hambre nunca se… La calle los cobija con su manto m… y sus ojos, vacíos, buscan algún d…
Para hacer una mermelada que brille como el sol, busquemos siete colores ¡y un tarrito de algodón! Primero exprimimos el rojo,
Hoy desperté con el peso del tiemp… no porque los años me hayan llamad… sino porque anoche soñé que era joven. En el agua vi un reflejo fugaz,
La torta voladora Si mezclamos harina y magia, un huevo y un poco de sol, podemos hacer una torta ¡que se va volando al balcón!
El abuelo va despacio con su bastón de nogal; me sonríe y me saluda, tiene un gesto paternal. La abuela teje en su silla
Bajo la luna de seda y suspiros, arde tu piel en mi noche encendida… boca en mi boca, la flor de tu vid… fuego en mis labios de ansias y gi… Danza tu cuerpo con ritmos susurro…
La poesía no miente, solo muestra… un reflejo en palabras del alma y… Es el grito del aire que no encuen… es la huella del fuego cuando la p… No es ciencia ni oficio, es el art…
El viento hila su costura en los p… una luz difusa cae sobre el tejado… como si el mundo olvidara sus cont… Camino entre muros gastados, las huellas de otros pies se pierd…
I. Ama con la fuerza de un río en… que no conoce límites ni bordes. II. Escribe en los labios del ser… el lenguaje eterno de lo no hablad… III. Sé refugio cuando la tormen…
En la mesa de amor brilla la estre… con aromas que envuelven la emoció… un guiso que a la noche deja huell… manjar divino, pura devoción. El maíz en la olla danza y canta,
Madre Santa, pura y buena, madre de Dios verdadero, estrella de luz serena, guía del mundo entero. De tu vientre floreció
Un caracol muy viajero, con su casita en la espalda, salió a pasear por el prado, siguiendo la luz dorada. —¡Qué grande es el mundo entero!—
Ya no eres esa rosa de Milton o la de de Rimbaud, o la de Sandr… se marchitó su fulgor en la sombra… se deshojó su esplendor en tu voz. No eres la rosa de antiguos poetas…
Cuando el mal te besa, no llega como tormenta, ni con estruendo en la noche; llega suave, como el susurro de un viento cálido
Dibuja en palabras lo que el silen… porque el mundo, aunque grite, no… Ama la metáfora como al pan de cad… pues en su sombra habita el alma d… III