Porque no vienes cuando te llamo,
ni recorres mi alma con tus barrocas manos?
A veces una mirada
y una sonrisa bastan
¿Por qué no vienes?
Te esperé muchas horas,
bajo noches paupérrimas
de soledades lastimantes.
¿Por qué no vienes?
ah?
Ni siquiera los domingos
cuando generalmente las gotas de lluvia
se asoman por mis ojos.
¿Por qué no vienes?
ah?