Majestuosa tu voz tenue al otro lado del aire,
las palpitaciones tocan la sien desgarrando los ojos
que inundan entero el cuerpo de dulces recuerdos...
estás ahí, magno y sutil,
Ah! que no daría por cerrarte la boca de un brusco beso...
Te das cuenta que poder de curación tienes,
Si deberían beatificarte, por los milagros concedidos...
para mí, que la pena es sombra la alejas tan solo con la mirada...
La luminosidad me ciega,
que maravilloso don...