Sergio Marentes

Nace un día incierto de 1983 cerca a Bogotá por un extraño capricho de la amistad. Crece en la capital colombiana para, luego de descubrirlo, disfrutar de la niebla, la lluvia y la sombra de las nubes grises mientras camina. Desde niño lee con curiosidad, sin ningún tipo de lineamiento, los libros que encuentra a su paso y de ahí nace su gusto inconsciente por los diferentes estilos y la fijación por representarlo en cada uno de sus libros. A partir de la muerte de su padre, cuando tenía doce años, se enfrenta a la lucha de identidad hasta que decide empezar a escribir aforismos, sin saberlo, en papeles sueltos que, hasta hoy, permanecen ocultos, e ir conociendo punto tras punto a quién lleva adentro. A través de las frases cortas y pequeñas moralejas, tiempo con los viejos campesinos del pueblo de sus abuelos y un periodo de trabajo en la construcción de edificios, en donde compartió también con campesinos y viejos sabios que le trasmitieron sus tradiciones orales, llega a escribir versos para jamás salir de ellos. Intenta estudiar literatura después de un exilio voluntario en la selva del Amazonas pero pronto se aleja de la academia para leer nada más que por gusto. Luego pasa una temporada, también fructífera para la poesía, conduciendo un taxi en las noches. Luego se convierte en un oficinista que usa su tiempo alternativamente para trabajar con ingenieros y escribir. La mayoría de su obra es escrita en esta época. Desde su adolescencia escribe narrativa que todavía no publica en papel pero se puede encontrar en los sitios, medios literarios de Hispanoamérica, en los que publica en Internet.

Nace un día incierto de 1983 cerca a Bogotá por un extraño capricho de la amistad. Crece en la capital colombiana para, luego de descubrirlo, disfrutar de la niebla, la lluvia y la sombra de las nubes grises mientras camina. Desde niño lee con curiosidad, sin ningún tipo de lineamiento, los libros que encuentra a su paso y de ahí nace su gusto inconsciente por los diferentes estilos y la fijación por representarlo en cada uno de sus libros. A partir de la muerte de su padre, cuando tenía doce años, se enfrenta a la lucha de identidad hasta que decide empezar a escribir aforismos, sin saberlo, en papeles sueltos que, hasta hoy, permanecen ocultos, e ir conociendo punto tras punto a quién lleva adentro. A través de las frases cortas y pequeñas moralejas, tiempo con los viejos campesinos del pueblo de sus abuelos y un periodo de trabajo en la construcción de edificios, en donde compartió también con campesinos y viejos sabios que le trasmitieron sus tradiciones orales, llega a escribir versos para jamás salir de ellos. Intenta estudiar literatura después de un exilio voluntario en la selva del Amazonas pero pronto se aleja de la academia para leer nada más que por gusto. Luego pasa una temporada, también fructífera para la poesía, conduciendo un taxi en las noches. Luego se convierte en un oficinista que usa su tiempo alternativamente para trabajar con ingenieros y escribir. La mayoría de su obra es escrita en esta época. Desde su adolescencia escribe narrativa que todavía no publica en papel pero se puede encontrar en los sitios, medios literarios de Hispanoamérica, en los que publica en Internet.
En la revista Literariedad, de Colombia, ha sido definido así: «Le gusta explotar todas las posibilidades que da la literatura y la heteronimia, al punto de no haber encontrado descanso al escribir como si quisiera encerrar en la palabra todas sus preocupaciones estéticas, y la de su memoria de espejos».
Lleva una bitácora diaria en su blog unpoemamioaldia.wordpress.com, se burla del mundo y sus inventos en cinismopoetico.wordpress.com y desinforma sobre las noticias en lapoelitica.wordpress.com.
Lleva los cuadernos «Retratos» (http://www.poetashispanos.net/sergiomarentes/), y «Palabras para salvar de la quietud»(https://branded.me/sergiomarentes/posts) en donde «Dibuja con palabras» y «Lleva notas al margen que lo salvan de la quietud» respectivamente.
En sus palabras es un «Poeta de un poema escrito por alguien que no era poeta»; y «No se dedica sólo a la literatura para poder ser totalmente independiente»; y es un «Animal que lee lo que escribe».
Ha sido incluido en diferentes antologías de poesía y micronarrativa de diferentes comunidades de Hispanoamérica.
Publicaciones:
Libros:
(poesía)
Un bicho cayendo con épica agonía.
De un marzo los días todos.
Leyes mudas de la mano alzada.
Error binario del huevo de oro.
Nuevos Cantos mañaneros, desafinados y mudos.
Disentir de las paredes en blanco.

(relatos)
Los espejos están adentro.

(Blogs)
Un (casi) poema (malo) al día (desde 2014 - ...)
Poéticas poco cínicas y muy insuficientes (desde 2015 - ...)
Poelítica pública poco después de madurar (desde 2016 - …)

Es director (D.T.) de la Revista Rostros Latinoamérica.




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