Qué espléndida laguna es el silenc… allá en la orilla una campana espe… pero nadie se anima a hundir un re… en el espejo de las aguas quietas
¿Dónde estarán? pregunta la elegía de quienes ya no son, como si hubi… una región en que el Ayer, pudiera ser el Hoy, el Aún, y el Todavía. ¿Dónde estará? (repito) el malevaj…
Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo, como un perro que pasa, una colina… esas cosas de nada, cotidianas,
Somos huelga en los muelles Nuestros brazos se cierran a descargar los barcos. La vergüenza del hombre no resiste más tiempo
Ahora contaremos doce y nos quedamos todos quietos. Por una vez sobre la tierra no hablemos en ningún idioma, por un segundo detengámonos,
Yo, que tantos hombres he sido, no… aquel en cuyo abrazo desfallecía M… Gaspar Camerarius, en Deliciae P…
Puedo escribir los versos más tris… Escribir, por ejemplo: “La noche… y tiritan, azules, los astros, a l… El viento de la noche gira en el c… Puedo escribir los versos más tris…
Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol. Oriundo de la noche. Colocado
Uno no escoge el país donde nace; Pero ama el país donde ha nacido. Uno no escoge el tiempo para venir… Pero debe dejar huella de su tiemp… Nadie puede evadir su responsabili…
Cuando no puedo mirar tu cara miro tus pies. Tus pies de hueso arqueado, tus pequeños pies duros. Yo sé que te sostienen,
Los patios y su antigua certidumbr… los patios cimentados en la tierra y el cielo. Las ventanas con reja desde la cual la calle
Antes de entrar en el desierto los soldados bebieron largamente e… Hierocles derramó en la tierra el agua de su cántaro y dijo: Si hemos de entrar en el desierto,
No sos mío no estás en mi vida a mi lado no comés en mi mesa
¿Qué soñará el indescifrable futuro? Soñará que Alonso Quijano puede ser don Quijote sin dejar su aldea y sus libros. Soñará que una víspera de Ulises puede ser más pródiga que el poema...
Amar es este tímido silencio Cerca de ti, sin que lo sepas, Y recordar tu voz cuando te marcha… Y sentir el calor de tu saludo. Amar es aguardarte
Desde la otra vereda volví a mirar; usted se había dado vuelta y me dijo adiós con la mano. Un río de vehículos y de gente corría entre nosotros; eran las cinco de una tarde cualquiera;...
Canta el jilguero. Pasó la racha. Entre los mirtos resuena el hacha. La rosa mustia se inclina loca Sobre su fuente, cristal de roca. El fauno triste de alma rubia
No es que muera de amor, muero de… Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin…
Nadie en la noche indescifrable te… Que yo me pierda entre las negras… Del parque, donde tejen su sistema Propicio a los nostálgicos amores. O al ocio de las tardes, la secret…
Mira, Platero, qué de rosas caen por todas partes: rosas azules, rosas blancas, sin color... Diríase que el cielo se deshace en rosas. Mira cómo se me llenan de rosas la frente, los hom...
El niño quiso ser pez, metió los pies en el río; ...estaba tan frío el río que ya no quiso ser pez. El niño quiso ser pájaro,
Esta mañana hay en el aire la increíble fragan… de las rosas del Paraíso. En la margen del Eufrates Adán descubre la frescura del agua…
Un día, el canario verde, no sé cómo ni por qué, voló de su jaula. Era un canario viejo, recuerdo triste de una muerta, al que yo no había dado libertad por miedo de que se muriera de h...
Con esta moneda me voy a comprar un ramo de cielo y un metro de mar, un pico de estrella,
Inclinado en las tardes tiro mis t… a tus ojos oceánicos. Allí se estira y arde en la más al… mi soledad que da vueltas los braz… Hago rojas señales sobre tus ojos…
El alma trémula y sola Padece al anochecer: Hay baile; vamos a ver La bailarina española. Han hecho bien en quitar
Hay tanta soledad en ese oro. La luna de las noches no es la lun… que vio el primer Adán. Los largo… de la vigilia humana la han colmad… de antiguo llanto. Mírala. Es tu…
Juega el viento de Abril gracioso… Con la cortina azul de mi ventana: Da todo el sol de Abril sobre la… Niña que pide al Sol que se la ll… En vano el Sol contemplará tendid…
Ni aquella tarde ni la otra murió el ilustre Giambattista Marino, que las bocas unánimes de la Fama (para usar una imagen que le fue cara) proclamaron el nuevo Homero y el nuevo Dante, ...
Ah vastedad de pinos, rumor de ola… lento juego de luces, campana soli… crepúsculo cayendo en tus ojos, mu… caracola terrestre, en ti la tierr… En ti los ríos cantan y mi alma en…
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del bar…
Chisporrotea en el aceite hirviendo la alegría del mundo:
Está bien que se mida con la dura sombra que una columna en el estío arroja o con el agua de aquel río en que Heráclito vio nuestra locur… El tiempo, ya que al tiempo y al d…
Antes de ti yo ya existía, antes de ti ¿no lo sabías? yo ya cantaba,
¿Por qué persistes, incesante espe… ¿Por qué duplicas, misterioso herm… el menor movimiento de mi mano? ¿Por qué en la sombra el súbito re… Eres el otro yo de que habla el gr…
Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo n...
Ella está en el horizonte. Yo me acerco dos pasos y ella se a… Camino diez pasos y el horizonte s… Por mucho que yo camine, nunca la… ¿Para que sirve la utopía? Para e…
Érase un búho, dechado de egoísmo el más perfecto, de todo siempre esquivado, cual si diera resfriado su agrio, antipático aspecto.
Yo no quiero ventura ni gloria, sólo quiero mi llanto verter; que en mi mente la cruda memoria sólo tengo de cruel padecer. Cual espectro doliente y lloroso
¿Qué es en definitiva el mar? ¿por qué seduce? ¿por qué tienta? suele invadirnos como un dogma y nos obliga a ser orilla nadar es una forma de abrazarlo
Entra la luz y asciendo torpemente de los sueños al sueño compartido y las cosas recobran su debido y esperado lugar y en el presente converge abrumador y vasto el vago
Yo no quiero un cuchillo en manos… Ni un cuchillo ni un rifle para na… La tierra es para todos, Como el aire. Me gustaría tener manos enormes,
Déjame que esparza Manzanas en tu sexo Néctares de mango Carne de fresas; Tu cuerpo son todas las frutas.
Les tocó en suerte una época extra… El planeta había sido parcelado en… cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico,
Sobre el campo el agua mustia cae fina, grácil, leve; con el agua cae angustia: llueve... Y pues solo en amplia pieza,
Un campesino que en su alacena guardaba un queso de Nochebuena, oyó un ruidito ratoncillesco por los contornos de su refresco. Y pronto, pronto, como hombre list…
Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde,
Quisimos aprender la despedida y rompimos la alianza que juntaba al amigo con la amiga. Y alzamos la distancia entre las amistades divididas.
Ve un zorzal a un pavo real que se esponja y gallardea; le mira la pata fea y exclama:—“¡Horrible animal!” sin ver la pluma oriental,
El universo (que otros llaman la Biblioteca) se componte de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por ...
Me acuerdo, fue en Balvanera, en una noche lejana, que alguien dejó caer el nombre de un tal Jacinto Chiclana. Algo se dijo también
La noche se astilló de estrellas mirándome alucinada el aire arroja odio embellecido su rostro con música.
Bruscamente la tarde se ha aclarad… porque ya cae la lluvia minuciosa. Cae o cayó. La lluvia es una cosa que sin duda sucede en el pasado. Quien la oye caer ha recobrado
De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. ...
Al volver de distante ribera con el alma enlutada y sombría, afanoso busqué mi bandera ¡y otra he visto además de la mía! ¿Dónde está mi bandera cubana,
Tras los fuertes barrotes la pante… Repetirá el monótono camino Que es (pero no lo sabe) su destin… De negra joya, aciaga y prisionera… Son miles las que pasan y son mile…
Érase un hombre a una nariz pegado… érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un pez espada muy barbado. Érase un reloj de sol mal encarado…
De fierro de encorvados tirantes de enorme f… para que no la revienten y la desf… las muchas cosas que mis aborrotad… las duras cosas que insoportableme…
Mis ojos de plaza pública Mis ojos de silencio y de desierto El dulce tumulto interno La soledad que se despierta Cuando el perfume se separa de las…
No son más silenciosos los espejos ni más furtiva el alba aventurera; eres, bajo la luna, esa pantera que nos es dado divisar de lejos. Por obra indescifrable de un decre…