POEMA CON JUNTO CARTA 2: LA CERA
Rubios lienzos que dan cuenta de aquella historia de cera..
Cúmulos de lagrimas, cada una con pequeños fragmentos de sentimientos, emociones y juramentos derramados por todo el cuerpo.
Con una temporalidad tan relativa como la corta vida de la tenue llama encendida y la eterna petrificación de su existencia formando parte ahora de su estructura y esencia.
Historias que comienzan en la obscuridad y que sin buscar encuentran la luz.
¿Cuántos diálogos?¿Cuántos amores y desamores?¿Cuántas palabras diluidas poco significativas en el y para el ahora?
Amores que eran y ya no son, o que quizá ahora lo son y en el pretérito de consumo de la cera no lo sabían...
¿En qué contextos? El dispendio de la vela nos lo comparte y a la vez lo guarda en secreto.
Hebras divinas como amores celestiales que hallan sufrimiento más que bondades...
Sufrimiento que dota de sustancia las fluctuaciones de lo gozoso...
Miedos por el sufrimiento que distancian de la trascendencia...
Y frente a corrientes adversas que pasan y amenazan la viva llama. Esa llama que alimenta de luz la habitación, que apacigua los duros fríos que ofrece la vida y que erradica abruptamente los miedo; pudiera extinguirse por el ciclo natural de su existencia para ahora formar parte de su historia.
Y en esa imponente edificación de cera; quedará plasmado un beso que di y lo mucho que ame.
Que la vela será muestra del suceso y la llama podrá extinguirse.
Pero el amor será lo único que trascienda