Un perrito, una zorra,
un ratón, y ya son tres.
Qué curioso, qué bonito,
todos tienen cuatro pies.
Pero al rato vino un pato
y más tarde un cienpiés.
Con el pato ya son cuatro;
el patudo y tú son seis.
Chacho, muchacho,
no sé qué vas a hacer,
en tu casita
jamás podrán caber.
La verdad que en tu vivienda
ya no cabe un alfiler.
Los cajones están llenos,
hay trebejos por doquier.
Y con tantos libros viejos
no se puede caminar.
Imposible que estén juntos,
porque no tendrán lugar.
El patito a la piscina
y la zorra al corredor.
El perrito a la cocina,
el ratón al comedor.
Mas no cabe ni de guasa
ese pícaro cienpiés.
¡Que se vaya pa’ su casa
caminando al revés!