Los días se van el pobre Calendario se siente adelgazar de modo extraordinario. Sus hojas de papel

El comal le dijo a la olla: “Oye olla, oye, oye, si te has creído que yo soy recarg… ¡búscate a otro que te apoye!”.

Afuera de su cabaña, ya casi al amanecer, una negrita pequeña tenía el capricho de ver, de ver brillar en el cielo

Don Perfidio Malaentraña, hechicero de postín, como los de su calaña es malvado, bajo y ruin. En las sombras de la noche,

La casa blanca de techo rojo, un árbol verde, el cielo azul y remolinos color de ocre con los que juega el viento sur. Bajo la sombra, dulces violetas;

Chinito, sería feliz con las cosas de tu país: prenden farolitos, comen con palitos, tienen chata la nariz.

En lo alto de la sierra en el jacal de carboneros cuando era media noche y temblaban los luceros, a la vida vino un niño

Caminito de la escuela, apurándose a llegar, con sus libros bajo el brazo, va todo el reino animal. El ratón con espejuelos.

Les contaré la historia muy triste de recordar, que trata de un negrito con cara angelical; pero según memoria

¡Quién va por la oscuridá?... ¡Ea… La noche cayó, por todas partes sólo hay oscuridá… la noche cayó, y ya no vemos para dónde caminar.

Metida en su casita con su gorra y… estaba Doña Zorra ocupada en reme… pero su teléfono no deja de llamar… y corre al audífono para preguntar… Riiing Riiing

Un chinito estampado en un gran ja… fue acusado de decir: “¡Yan-tse-amo-oua-ting-i-pong-chon… El chinito no quería ya vivir en el jarrón,

Salta que te salta por el bosque, iba Doña Ardilla con una sombrilla azul, entre la fragancia de los pinos y el perfume de eucaliptos y abedu…

La Negrita Cucurumbé se fue a bañar al mar para ver si en las blancas olas su carita podía blanquear. La Negrita Cucurumbé

Un banquito quisiera comprar, un banquito con sus cuatro patas, para en ellas poderles calzar un surtido cabal de alpargatas. Y luego irle enseñando,