Dos mayates,
un par de escarabajos muy brillantes,
van juntos en camino a los arriates
que están al fondo del jardín
donde pega calientito el sol.
Dos mayates,
rechonchos como son los chocolates,
a tumbos y tropiezos van tenaces
tratando de alcanzar por fin
las yerbitas que calienta el sol.
Mas uno es cojo,
el otro también.
Eso no importa,
se llevan muy bien.
Paso a pasito,
tardando en andar,
¡cuándo podrán llegar!
Dos mayates,
si los ves, pues, no los pises ni los martes,
los pobres son insectos incapaces
de hacerte ningún daño a ti;
van en busca del calientito sol.