Los cochinitos ya están en la cama,
muchos besitos les dio su mamá,
y calientitos, todos con piyama,
dentro de un rato los tres roncarán.
Uno soñaba que era rey
y de momento quiso un pastel:
su gran ministro hizo traer
¡quinientos pasteles nomás para él!
Otro soñaba que en el mar
en una lancha iba a remar;
mas de repente, al embarcar,
se cayó de la cama y se puso a llorar.
El más pequeño de los tres,
un cochinito lindo y cortés,
ése soñaba con trabajar
para ayudar a su pobre mamá.
Y así soñando, sin despertar,
los cochinitos pueden jugar;
ronca que ronca y vuelta a roncar,
al País de los Sueños se van a pasear.