Uno se despierta con cañonazos En la mañana lleno de aviones Pareciera que fuera la revolución

¿Has oído gritar de noche al oso—caballo oo—oo—oo—oo o al coyote

Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente,

Nuestros poemas no se pueden publicar todavía Circulan de mano en mano manuscritos O copiados en mimeografo

Tú ni siquiera mereces un epigrama

Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados todavía

Nuestro amor nació en mayo con malinches en flor —Cuando están en flor los malinches en Managua—.

Pero en la noche ves tu arroz y tus frijoles fritos, con la cuajada fresca,

Tú eres sola entre las multitudes como son sola la luna Y sólo el sol

Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta Famoso Y leas estas líneas que el autor escribió

Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto más leve, cualquier palabra, un suspiro de Claudia,

¡Mi pelo largo! ¡Mi pelo largo! Querías tu muchacha con el pelo largo

Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto Y sin un peso Sólo poetas, putas

Te mataron y no nos dijieron donde enterraron su cuerpo, Pero desde entonces todo el territorio

Todas las tardes paseaba con su madre por la Landetrasse Y en la esquina de la Schmiedtor todas las tardes