Las sombras se deslizan
por la piel de la tarde.
Tu reflejo
es un eco en la ventana
un murmullo sin rostro
que se esconde en las cortinas.
Afuera, la lluvia teje
sus recuerdos en la calle vacía
y dentro de mí,
el reloj sin tiempo,
marca ausencias.
Me duele la memoria
porque no sé olvidarla.