Hoy llueve poesía sobre el suelo, cada gota es un verso que se enred… la tarde se disuelve en terciopelo y el alma, que reposa y no se qued… renace entre el fulgor de su consu…
Beso de amor, eterno y fugaz, Que enciende el alma con su cálida… Caricia ardiente, que osa desafiar… La eterna noche, que envuelve mi c… En ese instante, todo se detiene,
En Sevilla suenan palmas, y el río canta al pasar, la Giralda va a brillar, iluminando las almas. En los patios, luces calmas,
Mujer, faro de luz en la tormenta, columna firme en tiempos de quebra… tu espíritu, que nunca se amedrent… vence el dolor, resiste el desenca… Eres la llama ardiente que aliment…
Abre tus ojos, mira hacia adentro, Desvela el hilo que te guía sin mi… El sendero antiguo, el sendero cie… Que te lleva al amor, tu tesoro se… En tu ser, un hilo fino y dorado,
Duermes, oh Tierra, en brazos de… cuerpo de caña y de sombra profund… tus ríos son venas, tu piel es la… que late y respira en el fango cla… Eres madre y misterio, raíz y true…
¿Han visto a mi unicornio dorado, el que en sueños corre en las prad… que brinca entre luces, callado y… y danza en secretos de estrellas s… Dicen que al alba reluce su estamp…
Desde los páramos salvajes de Yorkshire hasta los rincones más íntimos de la mente humana, un puente invisible se tiende entre dos almas creativas separadas por el tiempo y la distancia...
Amores hay como brisas, suaves ecos de ternura, que en la piel dejan susurros y en el alma una dulzura. También los hay como fuego,
Bajo el manto verde, la cura se me… En el canto del río, mi dolor se d… El bosque respiraba, y con cada la… Mi cuerpo encontraba un ritmo más… La tierra, húmeda y fresca, bajo m…
Antes de que el dolor llegara, lo presintió el alma mía, como un espectro que anunciara la inminente agonía. Un escalofrío recorrió
Soleares a César Vallejo César, que duele el eco del grito bajo la piel. Todo llanto que es silencio es lágrima de tu sien.
Mi madre era una tromba en la llan… su paso levantaba polvo y sueños, un torbellino de fuerza y de ternu… un eco eterno en días pequeños. Su risa era un relámpago en la noc…
El viento besa la espuma y lleva en sus brazos de brisa el eco de tu voz profunda, esa que rompe mi risa. Eres mar y yo orilla callada,
Oh juventud, fugaz y radiante, brillas como el oro al amanecer, tu luz nos envuelve, vibrante, con promesas que buscan renacer. Cada instante es un tesoro dorado,