¿Han visto a mi unicornio dorado?
¿Han visto a mi unicornio dorado,
el que en sueños corre en las praderas,
que brinca entre luces, callado y alado,
y danza en secretos de estrellas sinceras?
Dicen que al alba reluce su estampa,
que en la bruma suave se pierde y juega,
que su crin de fuego el viento atrapa,
y en su paso leve, la tierra se entrega.
Lo vi una vez, en noches de encanto,
cuando el cielo callaba su gris misterio,
lo vi danzando, sus pasos de santo,
como un eco antiguo de un sueño etéreo.
Su cuerno brillaba, eterno y divino,
como un faro puro, como un sol nacido,
y en su mirada, de claro destino,
vi un mundo mágico jamás perdido.
¿Han visto a mi unicornio dorado?
Que lleva en su pecho fulgor y calma,
que corre entre cielos, eterno, encantado,
dejando en su huella pedazos de alma.
Oh, si alguien lo encuentra en su rastro errante,
díganle que en sueños aún lo espero,
que guardo en silencio su paso constante,
que él es mi fe, mi misterio entero.
