Hoy vengo a decirte despacio,
con el alma entre mis manos,
que aunque duela lo vivido,
es mejor seguir lejano.
No me guardes un suspiro,
no me mires con tristeza,
que en la vida todo pasa,
como el viento y su certeza.
Me voy dejando en tu alma
una historia ya sin rumbo,
me voy con este cariño
que en mi pecho llevo oculto.
No quiero verte llorando,
ni maldiciendo el destino,
porque aunque hoy diga adiós,
en mi corazón te abrigo.
No preguntes qué ha pasado,
ni revuelvas lo que fuimos,
es un tiempo que se ha ido,
como sombras en el río.
Solo guarda los recuerdos,
lo bonito de este sueño,
que el amor, cuando es sincero,
nunca muere, sigue eterno.