Beatriz, destello en la sombra infinita,
infinita es tu esencia en su nombre,
nombre que evoca paz y renombre,
renombre que su pluma resucita.
Resucita su amor, su risa bendita,
bendita en cada palabra de ardor,
ardor que en sus versos encuentra fulgor,
fulgor de una llama que no se marchita.
Marchita la noche sin tu inspiración,
inspiración que le da nuevo vuelo,
vuelo hacia alturas de dulce misión.
Misión que transforma su verso en anhelo,
anhelo de amor, su eterna razón,
razón que ilumina su cielo en desvelo.