Amor Borincano
Quiero darte, Borinquen, en versos míos,
la brisa fresca de mis montañas,
la luz que canta en tus claros ríos,
y el fiel murmullo de tus cañas.
Tierra de amores, tan fiel y amante,
que en tus ojos vive eterno brillo,
quiero en tus valles ser caminante,
llevar mi canto, ser tu sencillo.
Que en cada palma viva mi aliento,
que en cada arroyo mi amor resida,
ser yo el suspiro de tu lamento,
y tu paz dulce al darme vida.
Mi Borinquen, siempre serena,
mi Borinquen, siempre hechicera,
quiero ser parte de tu cadena,
un lazo eterno, amor que espera.
4. Canción del Cafetal
En los montes de mi tierra,
crece el café silencioso,
bajo sombra que lo encierra,
bajo sol tibio y amoroso.
Café moreno, fuerte y dulce,
de aroma noble y abrazo tierno,
quiero que al beberte impulse
un eco hondo y verdadero.
Cosecha pura de mano obrera,
orgullo nuestro, sudor y canto,
en cada grano, la primavera
late en silencio con santo encanto.
Es el café fruto sagrado,
es vida entera de mi montaña,
es tierra nuestra, don otorgado,
es fuerza noble, alma boricua.