Con la cabeza en las nubes
Vagar por las nubes, sueños sin fin,
Elevarse a esferas de libertad sin par.
Mas luego volver al mundo mortecino,
Descender a la cruda realidad terrenal.
¡Qué dulce es flotar en la inmensidad etérea!
Alejado del suelo, lejos de la aflicción.
Mas bajar de nuevo, tarea harto seria,
Enfrentar la crudeza, la angustia y el dolor.
Perderse en las brumas, acariciar el cielo,
Es fácil, placentero, llena el alma de paz.
Pero volver al mundo, pisar de nuevo el suelo,
Requiere fortaleza para no desfallecer jamás.
¡Qué difícil es bajar de tan alta cumbre!
Dejando atrás la calma, la dicha y el fervor.
Mas la vida en la tierra, con su cruda costumbre,
Exige que enfrentes su crudeza con valor.
Lo malo no es soñar, vagar entre las nubes,
Sino regresar al mundo, aprender a sobrellevar
Las penas, las angustias, los retos que se suben
A la cima, obligándonos a nunca desfallecer ni claudicar.
