En la bruma de la noche, el alma canta,
un eco sagrado resuena en las sombras,
el mundo no es sino un velo que encanta,
tras él, lo divino en secretos se nombra.
Cada hoja que al viento suave danza,
es un cosmos latiendo en su vuelo,
el amor, estrella que nunca descansa,
teje senderos hacia el eterno cielo.
¿Es la vida un sueño o el sueño es la vida?
Oh espíritu errante, jamás respondas,
pues en la duda, la belleza anida,
y en lo infinito, la verdad se esconda.