En el silencio del bosque,
los árboles mudan su piel,
hojas doradas caen,
sembrando el suelo de ayer.
La crisálida se rompe,
alas despliegan color,
mariposa renacida,
danza en el aire su amor.
Montañas que se erosionan,
ríos que tallan su cauce,
el tiempo, escultor paciente,
modela un nuevo paisaje.
Semillas bajo la tierra,
despiertan con la lluvia,
brotes verdes se asoman,
la vida siempre continúa.
El hielo se derrite,
fluye en arroyos claros,
nubes se forman y viajan,
en un ciclo sin descanso.
Es que la naturaleza,
en su danza milenaria,
se transforma y renace,
eterna y siempre cambiaria.