Tranquilo y majestuoso río ha sido
mi Silencio en que nace mi labor
como un nenúfar; y el mejor favor
que me concedo es el pasar sin ruido.
Y un igual sentimiento hay en mi amor,
que por tranquilo nunca se ha sentido,
que por callado todo lo ha perdido...
Fui como en la tiniebla blanca flor:
no alegra la mirada,
mas perfuma la sombra de su olvido;
fui como el tiempo inánime y silente
que está siempre con uno y no se siente;
fui cual rayo de sol en su vestido:
¡la tibia y áurea cosa que no es nada!