Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Pasa, pasa el tiempo pisando fuerte y pesa, —no sabéis cómo—
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Y el tiempo sigue pasando y sigue pesando y sigue pisando fuerte. Mientras tanto, mi sudadera sigue ondeando a media asta, mi sombra me sigue mordiendo en el alma y me sigue diciendo qu...