las seis de la mañana huelen a hie… las siete y media a café tostado r… las nueve de la mañana huelen al c… las once a la sal que llega desde… la hora del mediodía huele al perf…
Aunque dentro de sus piernas habit… y vivía un fuego que ardía inexpli… sus manos, su frente, sus mejillas… su mirada y su alma, eran más frías que el hielo que ha…
Era un alma moribunda, que paso a paso, lentamente, se iba extinguiendo, por no saber de qué formar avivar la llama del fuego de su pasión. El invierno lo estaba arrojando lejos. La pie...
después de ocho años volveré y tal vez en
De la noche que aún no llega despe… De la sombra de árboles de hielo, derritiéndose a pleno sol de verano, brotará el tallo de una flor
Los mejores días son los que pasan rápidos montados en caballos salvajes que corren a la orilla de la playa… Los mejores días son los que se ba…
Como lo hicimos aquel lejano verano, en donde todo era posible y no había otra luna que la que se sumergía en el vino y en los ojos de una noche que reposaba quieta en la copa de los ár...
El niño aguardó toda la noche ver llegar el fantasma de su madre. Esperando con ansias, deseaba decirle cuánto la extrañaba y cuán solo se sentía. Cuando al fin tocaron la puerta a mita...
En aquel mismo sueño se apareciero… La primera tenía ojos verdes. A la segunda nunca pude verle el c… Y la tercera... a ella yo ya la co… VDL
No era un Romeo, pero vio a Julieta danzar el ballet de Prokófiev una noche en que la soledad estaba más sola que la callada noche. Se enamoró de ella al instante, después de años de pe...
—Jugaremos mientras haya sol. —¿Y durante la noche? —Contemplaremos la luna a la orill… —¿No dormiremos? —Algún día, cuando el cielo se cai…
Venme, alégrate de verme. Regocíjate, enciéndeme el alma, préndele fuego hasta hacerla arder… Redúceme a cenizas, extermíname, Renáceme en barro, devuélveme la v…
Si volviéramos a Madrid, a los trenes, a Velázquez y al Prado. Si regresáramos el amor a su tiemp… con sus zapatillas de niña
¿Qué estoy haciendo aquí? Pensaba el hombre que añoraba las noches bellas en las que solía caminar sin rumbo, sin ninguna carga y bajo el manto oscuro lleno de estrellas. El río corría ...
Ahora que he vuelto, he envejecido un poco. Me han salido algunas canas, me he dejado la barba y mi voz suena como si