Alerta roja y pánico en el Puerto,
Se alza la marea y los milímetros de lluvia
Mojan los pies de los pescadores.
Las luces se ven con filtro de vidrio húmedo
Y parecen estáticos copos de nieve,
Naranjas eléctricas que explotan en lo alto de las calles.
La pornografía de los árboles
Su silueta reflejada contra el cielo gris
Es azotada por la bravura insolente del viento.
El paraguas de la vieja maquillada,
Las botas de la rubia saliendo de la tienda,
El ciego de la callejera Radio Limón
Saludando al azar a la limosna invernal,
Los buses con sus cuernos retrovisores...
En fin,
Estamos todos.
Hoy se tejerá una media de lana chilota
Para el congelado fémur nacional.
Se entregarán lentes binoculares a los transeúntes
Para que eviten chocar entre sí.
Se adelantarán los relojes
Todos cinco horas.
¿Nos creerían las estrellas
Este atrevimiento?
¿Cuando caería la noche en su paracaídas de hidrometeoro?
¿Estará este azul petróleo
Que todo lo embellece?
Sabremos que no es cierto.
Los relojes sabrán que hemos mentido.
Poco a poco olvidaremos
Que nos hemos robado cinco horas
Y no tendremos idea
Cuanto más nos queda de alerta.